domingo, 17 de agosto de 2014


Hola a tod@s hace tanto que no escribo en el blog que ya casi había olvidado que lo tengo. Aunque esta semana pasada si que me acordé y pensé: tengo que poner unas letricas y unas fotos en el blog, pero como siempre ha tenido que ser una amiga la que me anime hacerlo.  La cosa es que me da mucha pereza sentarme a escribir. Pero bueno como dice nuestro Padre Ignacio (contra pereza diligencia), así que aquí estoy de nuevo para poneros al día de cómo va mi vida en Camboya. 
La última vez que escribí todavía estaba en el primer nivel de aprendizaje de la lengua. Ahora ya estoy en el segundo nivel, pero eso no quiere decir que me maneje mucho mejor. El aprendizaje ahora es mucho más lento, y a veces un poco frustrante, son muchas horas las que paso estudiando y luego el resultado no es que sea muy bueno, entender es dificilísimo y hablar no digamos, pero bueno todo el mundo me dice que tenga paciencia y que esto es así. Hasta hace dos semanas estaba un poco aburrida del estudio la verdad, pero como siempre El Señor me manda un ángel para sacarme de este estar mirándome el ombligo todo el rato.
Aquí en la parroquia uno de los voluntarios que lleva la casa de estudiantes  ha alquilado dos habitaciones en un barrio muy pobre, con el tiempo él quiere irse a vivir allí entre los más pobres. Es una barriada nueva, las casas son un cuartito pequeñísimo donde viven familias enteras, no está lejos de las fábricas donde ellos trabajan por un sueldo miserable. El caso es que el voluntario (que se llama Frederic  y  es un gran misionero) pensó hacer algunas actividades con los niños del barrio como por ejemplo enseñarles inglés. Me dijo si podía ayudarle, y yo encantada, primero porque me saca un poco del encierro, y además también me sirve como clase práctica de khmer, pues el ayudante que tengo es uno de los chicos de la casa de estudiantes, yo le digo a él en inglés lo que quiero que le diga a los niños y él se lo repite en khmer.  Y lo cierto es que estoy disfrutando muchísimo con ellos, son preciosos y muy listos. Me encanta mirarles a los ojos y descubrir en ellos la alegría a pesar de no tener nada. Además se les hace feliz con casi nada. Yo les preparo canciones (ahora estamos aprendiendo el ABC) y actividades para que pinten o rellenen. Algunos son muy pequeños, pero igualmente se lo pasan en grande. Y no os imagináis la alegría que les da cuando pegamos la actividad que han hecho en la pared. Ni que decir que yo también estoy aprendiendo muchísimo.  La semana pasada estuvo aquí mi hermana Ceci, y como ella ahora está a cargo del kínder me fue dando ideas de como enseñar a los niños y que tipo de actividades podía hacer con ellos. Además me trajo canciones en inglés. Así que ahora además de aprender khmer, aprendo también canciones en inglés. Yo canto fatal, pero es una suerte tener el ordenador y además el asistente que tengo (que se llama Nareth)  que por cierto también es muy bueno, me ayuda mucho pues el si sabe cantar. Otra de las cosas que me tiene ilusionada con este proyecto es ver como estos chicos de la casa de estudiantes que vienen también de familias muy pobres, están dedicando su verano a trabajar con estos chilindrines. Ellos están recibiendo educación, cariño, atención, y a su vez están compartiendo todo esto con estos pequeños. Esto para mí es un signo del Reino en este mundo en el que solo resuenan las noticias cuando son trágicas o muy llamativas. Yo siento que aquí en lo escondido está Jesús de Nazareth acompañando a sus hermanos más pequeños.  Ahí se me olvidaba contaros, como las mamas me ayudaron el primer día, ellas estaban mas entusiasmadas que los ninos, cantando y bailando conmigo. Es genial.
Aquí os mando algunas fotos.









Y ya de paso y aprovecho a mandaros alguna foto del grupo con el que ahora comparto la vida en PP, son seminaristas de Thai, de Myanmar, religiosas de Corea y de Malesia. El lugar donde estamos es Udon antigua capital de Camboya donde hay unos templos preciosos.

Ese mismo día cruzamos el rio para ir a rezar por la paz en una de las pequenas capillas que pertenecen a la parroquia. 



 Bueno y ahora os dejo, hasta otro rato. A ver si la próxima me animo antes a escribir. 

Un fuerte abrazo para todos. Os quiero y recuerdo muchísismo.

domingo, 25 de mayo de 2014

Mis queridas y queridos amigos me acabo de dar cuenta que llevo un mes sin comunicarme con vosotros. No creais que os he olvidado, os recuerdo a todos muy a menudo. Lo que pasa es que ahora  mi vida es bastante rutinaria,  ya que, lo que toca estar centrada en el estudio. Así que de casa a la universidad de ahí vuelta a casa, luego paso el día estudiando. Todos los días tengo la posibilidad de ir a misa puesto que vivo en el mismo recinto de la Iglesia, aunque no entiendo nada también es una oportunidad de aprender. Un día a la semana hay una oración con los jóvenes del internado a la que también me uno.
Los domingos tengo que salir a comer fuera, me da mucha pereza pues tengo que ir sola pero esa de alguna manera también me obliga a salir un poco. Al principio me daba un poco de miedo pues ya os conté lo caótica que es esta ciudad en cuanto al tráfico. Ahora ya me manejo mejor, y consigo que el motodo me entienda donde quiero ir. Además siempre encuentro algún angél de la guarda en el camino. Hace dos domingos, estaba un poco harta de estar en la habitación así que me dedicí a dar un paseo por el rio. Pero para llegar allí tenía que cruzar una calle bastante ancha, un motodo queria llevarme hasta el rio pero ya me quedaba muy cerca y el dije que no que queria caminar, pasé más de cinco minutos intentando cruzar, pero era imposible pues aquí ni semáforos ni pasos de cebra, el motodo despues de ver que no era capaz de cruzar terminó el por cruzarme la calle, casi parando el trafico.
La verdad es que la gente es muy amable y siempre trata de ayudarte si te ve apurada.

A pesar de la rutina, estoy feliz, me gusta mucho el estudio de la lengua y no me da pereza sentarme a estudiar, ahora estoy emocionada pues ayer empecé aprender a escribir en el ordenador el khmer. Me da una alegría inmensa cuando consigo entender alguna palabra o cuando puedo decir alguna cosita. Esto va despacio pero va que es lo importante. La verdad es que tengo un profesor buenísimo en la universidad y que nos hace fácil lo difícil, lo malo es cuando una vuelve a casa e intenta reproducir los sonidos o memorizar todo el vocabulario .

Otra de las cosas que me hace muy feliz y querer con más ganas aprender bien para poder compartir mi vida con este pueblo Camboyano es que mi madre ahora está fenomenal. Ha bajado de peso, está mucho mejor de salud y de ánimo, y eso para mí es un gran regalo una gran tranquilidad.

La semana pasada estuve cinco dás en Poipet con la comunidad y fueron muy buenos. Ahora ya no volveré hasta que termine este primer nivel que es el 27 de Junio.

Bueno y no tengo mucho más que contar. Que os echo mucho de menos. Aquí os mando una foto aunque no es muy reciente. Pues se me estropeo el ordenador y al quitarme el sistema operativo y ponerme otro he perdido muchas fotos.


ខ្ងុំស្រឡាញអ្នក esto en khmer significa : os quiero. យុល៉ី​ Yoly

jueves, 3 de abril de 2014

Viaje a Phnom Penh



3 de abril de 2014
Hola a todos:
Ya estoy en Phnom Penh y como lo prometido es deuda aquí les mando mi report de mi viaje y mis primeros días aquí.
El viernes por la tarde a las 8 mi hermana Ceci y yo fuimos hasta donde salen los autobuses, no le digo estación, porque no hay, en la main road paran los autobuses, y en la acera hay una mesa donde la señora vende los billetes. Bueno creo que esta es una de las paradas, pues en realidad los autobuses salen desde los casinos. El caso es que el autobús tenía que salir a las 8:30 pero esto es Poipet no Londres o Bristol o Madrid, y el autobús salió a las 9:30. Resulta que hay autobuses con asientos y otros con camas. Pues a nosotras nos tocó un autobús con cama. El caso es que yo pensaba subir mi mochila conmigo pues llevaba el Laptop, pero Ceci me dijo que lo dejara donde las maletas pues arriba iba a ser muy incómodo, así que saque el laptop, el dinero con mis documentos, pero se me olvidó sacar la cámara de fotos. El viaje fue larguísimo porque el conductor venía pisando huevos, lo bueno es que pudimos dormir gran parte del viaje. A Eso de las 7:45 llegamos por fin. Recogimos nuestras cosas y cogimos un tuctuc (es una moto que tiene detrás o al lado un carro con asientos) y nos fuimos a la Iglesia donde estoy hospedada. Nos recibió el padre Bruno que es un encanto de persona. Ceci se encontró con alguno de sus amigos pues ella estudió aquí el año pasado. Nos dimos una ducha y nos fuimos a desayunar. El amigo de Ceci George era voluntario aquí el año pasado y estudio con ella en la universidad, pero ahora se ha quedado a vivir y a trabajar aquí, es de India. Ceci tenía muchas ganas de ver su “casa”. Así que con él y una chica india que se llama Asha nos fuimos. Su casa está lejísimos de donde yo vivo ahora, tardamos casi una hora en tuctuc. Pongo “casa” entre paréntesis, porque vive en una habitación, con el “cuarto de baño” incluido. Con el techo de aluminio, así que os puedes imaginar el calor. El está solo y es un chico joven, además muy cercan están los misioneros de la caridad y el pasa mucho tiempo con ellos. Son super majos, el nos llevo para que los conociéramos y al final nos invitaron a comer. Tenían unos mangos buenísimos, la pena es que yo tenía mi estómago bastante mal y no pude comer mucho. Bueno pues en una habitación como la de George viven familias con tres y cuatro hijos, sin agua corriente. Muy cerca de allí están las factorías donde trabajan hombres y mujeres por poquísimo dinero. Es increíble la pobreza que hay y al mismo tiempo en este mismo PP las mansiones y los coches que se ven.
Bueno sigo Cuando volvimos del paseo me puse a sacar mis cosas de la maleta y la mochila y resulta que mi cámara de fotos ya no estaba, tampoco el MP3 y un monedero con muy poquito dinero que llevaba. Creemos que fue el chico que guarda las maletas, abrió todos los bolsillos pues cada cosa estaba un bolsillo diferente. No imagináis el disgusto que me lleve. Así que no puedo mandar más fotos, se acabaron mis reportajes fotográficos.
Otro problema que tengo es que mi ordenador no puede conectarse, aquí hay wifi y me dice que está conectado pero no tengo acceso a internet porque la red no es identificada, así que no puedo usar internet en mi laptop, el otro problema es que como está en español aquí nadie puede arreglarme el problema. La chica india Asha tenía el mismo problema y pudo solucionarlo, la pobre ha estado tres días intentando solucionar el mío pero como entiende español no puede. Menos mal que aquí en la casa hay un ordenador común, que nadie utiliza pues todo el mundo tiene el suyo, y aquí si puedo usar internet, lo malo que el teclado es muy viejo y resulta muy incómodo escribir. El caso es que estoy escribiendo desde el mío, luego pasaré la carta al lápiz y de ahí al otro ordenador. Pero como siempre digo a dar gracias porque de cualquier manera puedo conectarme y comunicarme con la gente. El domingo pude hablar con mi madre que estaba feliz porque ha bajado otro kilo y medio, ya pesa 95 de 103 que pesaba.
Sábado, domingo y lunes han sido de locura pues Ceci tenía que comprar bastantes cosas para el kínder además quería enseñarme los más posible para que yo ahora pueda manejarme por aquí. Esta ciudad es super caótica y estresante, yo no sé si llegaré a cogerle el gusto. El tráfico no podéis ni imaginarlo. Aquí no hay normas ni reglas para circular. Está a full de motos que circulan por todas partes y en todas direcciones. Aunque hay dos direcciones por supuesto pero de repente cualquiera te puede venir en dirección contraria. Si vas “caminando” (es un decir porque aquí no hay lugar para los peatones, simplemente no hay peatones) por algún cachito de acera que encuentras tienes que ir con mil ojos pues en cualquier momento una moto se sube a la acera y circula por ella. La Ceci se reía de mí cara de susto cuando íbamos a coger una moto. Aquí no hay transporte público y para ir a cualquier sitio tienes que coger motodo o tuctuc pero el tuctuc es el doble de caro. Aunque la moto no es nada barata para ir a cualquier sitio te cobran dos dólares, así esté a la vuelta de la esquina. Los sitios turísticos son bonitos aunque nosotras no hemos ido a ninguno, solo los he visto de pasada. Pues aquí lo importante es saber donde están los mercados, los supermercados, las papelerías, ya que aquí compramos todo lo que no se encuentra en Poipet. Así que cada vez que viaje tendré algún encarguito de las hermanas. La zona del rio es bonita y el único lugar por donde se puede caminar sin miedo a que te atropelle una moto. Aparte del transporte, todo lo demás también es carísimo.
Bueno y ahora os cuento del lugar donde estoy viviendo. El recinto es de la Iglesia, aquí están trabajando y viviendo los padres de las Misiones Extranjeras de Paris. En el recinto hay diferentes edificios, además de la Iglesia está la casa donde viven los padres,  los voluntarios y religiosos que vienen a PP para estudiar o para alguna otra cosa. Además se imparten cursos, y hay un kínder garden. También está el internado para chicos. El recinto es muy grande y mucha gente viene por aquí. La verdad es que esto es un como hotel de cinco estrellas. Las habitaciones son grandes, con un cuarto de baño grandísimo. Además hay lavadora, plancha, ordenador común, todo lo podemos usar. Además entra el desayuno, la comida y la cena, el único día que tendré que comer fuera es el domingo, pues es el día libre de la cocinera. Está muy bien porque estás independiente, pero al mismo tiempo es como vivir en una familia. El Padre Bruno come casi todos los días con los voluntarios, hay otros dos padres más uno es argentino. La gente que viene por aquí es de todas partes, ya he conocido gente al menos de 6 o siete nacionalidades, en la mesa hay días que se hablan cuatro idiomas distintos. Gracias a Dios aquí todo el mundo habla inglés (yo estoy desempolvando el mío, me da una alegría entender las conversaciones y poder participar de ellas, aunque a veces me cuesta hablar fluido). El Padre Bruno que es el encargado es francés pero tiene un inglés perfecto y además lo habla clarito. Es un encanto y esta super pendiente de todo el mundo. Hasta español puedo hablar aquí con el padre argentino. Es una belleza poder compartir con personas de culturas y países tan distintos. Ahora aquí está viviendo esta chica india que os comenté antes, además hay un chico de Thailandia super majo. Un voluntario francés, que no siempre se queda aquí pero que a veces viene a comer. La gente aquí es super amable y acogedora, desde el primer momento te sientes como en casa.
Sigo con lo de mis clases. El domingo hablando con Ceci de las clases me animó a que probara hacer los dos primeros niveles juntos, ya que muchas cosas del primer nivel ya las he estudiado en Poipet. El profesor del primer nivel me ha parecido genial, todo lo explica en inglés y muy clarito, pero el profesor del segundo nivel no me gusta tanto, además no dice casi una palabra de inglés en la clase, solo habla en khmer y a mí me cuesta mucho seguirle. Como no tengo que pagar hasta después de una semana, decidí ir a clase de los dos niveles y luego decidirme. Después de la clase de ayer hoy ya estaba decidida a dejar el segundo nivel, pero hay un chico en esta clase que es de USA y está haciendo como yo  y me ha animado a seguir adelante. Hoy la verdad es que ha sido repetir y repetir las palabras y leer una y otra vez el texto del libro, del que mañana nos hará un dictado. La verdad que he salido animada a seguir, y luego haciendo la tarea me parecía que puedo hacerlo. Pero el Padre Bruno me ha vuelto a recomendar que no corra y que me tome mi tiempo. Así que sigo igual de confusa que al principio o tal vez más. Realmente no sé qué hacer.  En el primer nivel somos como unos 18 y casi todos son coreanos, menos una chica de malasia, otra de Japón y un chico de Indonesia y yo claro. En el segundo nivel pasa un poco igual, aunque hay gente de otros países, Francia, hay una chica de Egipto (que no tengo ni idea de cómo ha venido a parar aquí), un chico de Filipinas. Así que como veis más internacional no puede ser. De todas formas he decidido ir a las clases hasta el viernes y después decidiré. También me desanimo Ceci cuando le conté como era la clase de segundo me dijo que  mejor la dejara. Y sigo escribiendo esta carta después de la clase de esta mañana, al final de la cual he ido a entregarle al profesor el libro y a decirle que no era capaz de seguir sus clases. Me da pena pues yo creo que si el profe hubiera hablado inglés si hubiera podido llevar los dos niveles y el segundo nivel me hubiera ayudado a complementar el primero. Pero no me siento capaz, es muy estresante estar la hora y media de clase intentando saber que quiere decir el profe.
Estoy planeando hacer mi primera salida sola el sábado por la mañana, ya os contaré también. Porque ahora todos los días voy  a la universidad en moto, pero ya la tengo contratada viene a las 7 de la mañana a buscarme donde vivo, y luego a las 11:30 va a recogerme a la universidad. Es una risa porque el motodo también hace de teacher conmigo y me enseña palabras y me corrige. Ayer fue una risa porque me llamó  para decirme que no podía recogerme, pero yo no le entendía claro, al final me dijo que le esperara (eso sí le entendí) y a las 11:45 ha llego a recogerme. Está bien tener contratado el motodo, porque sino cada día es una pelea no conseguir motodo que eso se consigue enseguida sino para ponerse de acuerdo con él en el precio pues encima como te ven extranjera siempre quieren sacarte más de la cuenta.
Bueno y creo que ya no tengo más que contaros, solo desear que todos estéis bien, que os cuidéis. Y deciros que os echo mucho de menos.
Nota: (Por favor si alguien habla con mi madre no le digáis nada ni del robo de la cámara, ni del tráfico, pues ella se preocupa mucho y en realidad no hay motivo para ello).
Recibid un fuerte abrazo. Os quiere Yoly. Ya lo siento ha salido un poco larga espero no haberos aburrido

viernes, 14 de marzo de 2014

Aqui estoy de nuevo


Mis querid@s amig@s hace mucho tiempo no me comunico con vosotros, perdonar mi silencio. Mi querídisima amiga Pilar me ha animado a escribir de nuevo en el blog, a ver si esta vez consigo ser más constante.

De mi os cuento que sigo contenta y feliz aquí en Poipet, ya aterrizando en esta realidad que no es nada fácil. Aunque no es mucho el trabajo que puedo hacer debido al bendito idioma que como ya sabéis porque os lo he contado mil veces (perdón por la repetición) es tremendamente difícil. Llevo cuatro meses y medio aquí y todavía no puedo leer, bueno ni siquiera he terminado de aprender todo el alfabeto y la combinación de las letras. Dicen que aquí los niños tardan tres años en aprender a leer y a escribir. He aprendido algunas expresiones, los números…. También es verdad que mis clases con el monje eran un poco caóticas, pues aunque seguíamos una cartilla (que es la que usan los niños en la escuela para aprender a leer) el monje además me enseñaba algunas expresiones, pero sin mucho orden ni concierto. Lo digo en pasado porque ya he terminado las clases con él. Primero porque él últimamente estaba muy informal y muchos días llegaba a la Pagoda y él no estaba. Cada día era una sorpresa, no sabía nunca si iba a tener clase o no. Esto la verdad es que a mí me tenía un poco harta.  El colmo fue que hace quince días como siempre me fui para mi clase y él se había a otra ciudad sin avisarme, luego me llamó y me dijo que iba  a estar fuera 15 días. Así que ya decidí acabar con las clases. Además porque a finales de este mes me marcho a Phonm Pehn (la capital) a estudiar khmer en la universidad. Es un curso de un año que cada trimestre dura tres meses, después de los cuales tengo una semana de vacaciones que aprovecharé para venirme a Poipet y pasar esos días con la comunidad. Así que como veis otro nuevo reto a afrontar. Me voy contenta porque siento que aprender el idioma y aprenderlo bien es fundamental para poder compartir la vida con este pueblo camboyano. Aunque yo sigo estudiando por mi cuenta, cada día me siento al menos dos horas a repetir todo lo que el monje me ha enseñado.

El jueves también terminé con mis clases de inglés con las chicas del internado, porque aunque no me voy hasta dentro de quince días vimos mejor que el nuevo profesor (que es otro monje de la Pagoda) empezara antes del nuevo año khmer que es en Abril, a dar sus clases para ver como resulta. La verdad es que me ha dado mucha pena, pues las chicas ya se habían hecho al ritmo de las clases y yo ya me había hecho a los tres grupos. Aunque algunos días era un dolor de cabeza preparar las clases, sobre todo con las dos más pequeñas tenían que buscar mil actividades distintas para que no se aburrieran en clase, me lo pasaba bien con ellas en clase. Yo las enseñaba inglés ellas me enseñaban khmer. La verdad que en este tiempo he aprendido muchísimas cosas con ellas y con las clases, tanto en la preparación de las clases, como impartirlas. Para mí ha sido un regalo el compartir mi tiempo con ellas. Aunque había días que me hubiera gustado mandarlas a paseo, pues son adolescentes entre 14 y 17 años, así que os podéis imaginar. Pero bueno lo cierto es que al final la experiencia para mí ha sido muy positiva. El jueves tuvimos una pequeña fiestecita, con unos refrescos y un tipo de magdalena que hacen aquí que es muy rico y a ellas les encanta. Me cantaron una canción e incluso alguna me escribió una tarjetita dándome las gracias por las clases, con un adorno para el pelo, otra me regaló una pulsera. Aunque son muy trastos la verdad es que son encantadoras y se las coge cariño con mucha facilidad.
 
 

Así que ahora que voy a tener más tiempo, dedicaré más tiempo a estudiar khmer, y además he empezado a darle un repaso al inglés para que este no se me oxide.

Os sigo contando un poco nuestra vida por acá. En Enero nos llegó una voluntaria coreana para estar con nosotras unos meses. Ella ya había pasado bastante tiempo trabajando con las hermanas. Es enfermera y es una bellísima persona. Tiene cáncer desde hace bastante tiempo, después de operarla se le volvió a reproducir. Ella no quiso recibir quimio. Y decidió que el tiempo que pudiera quería seguir dedicando su vida a los más pobres. Trabaja para una ONG coreana que nos ayuda mucho. Cuando vino en Enero el médico le había dicho que la enfermedad estaba estable, por eso ella decidió venirse, pero por desgracia solo ha podido estar con nosotras mes y medio, pues empezó a ponerse mal y tuvo que marcharse de nuevo a Corea. Yo fui con otra hermana a despedirla al aeropuerto y la verdad es que me dio mucha pena. Cuando llegó a Corea tuvo que ser intervenida, parece que ahora está mejor. Jansu que es así como se llama es un encanto de persona, siempre sonriente, nunca en el tiempo que ha estado aquí la he visto quejarse, siempre dispuesta a ayudar. Ella no es creyente, pero os aseguro que para mí y para el resto de las hermanas ha sido y es un testimonio precioso de entrega gratuita de la vida. Aquí os mando una foto de la despedida que el hicieron los jovenes.
 
El sábado pasado día de la mujer trabajadora tuvimos comida especial con las profesoras del kínder. Hasu la hermana india nos preparó una comida riquísima, carry de carne. Disfrutamos mucho compartiendo este rato juntas.
 
 

Y ahora ya todo el mundo esperando y preparándose para el nuevo año khmer, que aquí es muy importante, tanto es así que hay 15 días de vacaciones. Ya os contaré.

Ah se me olvidaba contaros que tenemos nuevo miembro en la comunidad, es preciosa pero muy muy traviesa, yo la llamo brujita. Ahora tenemos que tener cuidado con nuestros zapatos pues los muerde. Y en cuanto nos ve salir corre detrás de nosotras, se mete entre las piernas. Nuestro otro perro está feliz con ella.
 

 

Bueno y creo que nada más, madre mía la verdad es que si que me voy a tener que animar  a escribir más a menudo, porque si no me sale la introducción de un libro cada vez que escribo.

Sólo deciros que estoy feliz aquí, pero aún así os añoro y echo de menos.

Recibid todos un fuertísimo abrazo. Os quiere Yoly

 

 

 

 

 

 

domingo, 2 de febrero de 2014

Hola de nuevo


Hola de nuevo, hace mucho tiempo que no me comunico con vosotros, pero es aquí el tiempo parece que vuela. Después de las fiestas de Navidad volvimos a la “rutina” y pongo rutina entre comillas, porque siempre surge algo que nos saca de ella. En este mes hemos asistido a dos bodas, una de ellas solo nos invitaron a la comida, pero la otra fue distinta, pues se casaba uno de los jóvenes de nuestra parroquia que Carmen (una de mis hermanas de comunidad había estado preparando), la celebración de la misa fue muy bonita. La novia iba preciosa con un traje todo dorado al estilo khmer. La pena es que a mí se me olvidó cargar la cámara y cuando fui hacer fotos no pude. Antes de iniciar la misa todo el mundo en procesión fuimos detrás de los novios y de la familia de los novios con las ofrendas que eran frutas. Al final de la celebración según el rito khmer la pareja se arrodilla, y los más allegados los padres, amigos más cercanos, les atan en las muñecas hilos rojos como señal de buena suerte, y luego les dan la bendición. Nosotras también participamos en este rito. En la tarde fuimos invitados a la comida, ocho platos distintos, de los cuales yo no pude probar ninguno pues en la boda de la semana anterior algo me sentó mal y estuve toda la semana mal del estómago. Nuestras chicas del internado bailaron un baile khmer precioso y un baile indio. Fue un día muy bonito y a los novios se les veía realmente contentos. Este es uno de los seis o siete trajes que los novios se pusieron durante el día.
 
 

El sábado pasado tuvimos otra visita, tres señoras inglesas que ayudan a la Iglesia de Svay Sohpon vinieron para tener un encuentro con nuestras chicas del internado y darles una charla de salud e higiene. La semana anterior yo tuve que tenerlas en clase juntas a las 14 así que pasé la semana preparando una canción de bienvenida. Que no quedó mal del todo y las señoras se fueron tan contentas.

Esta semana estamos celebrando el nuevo año chino y el nuevo año vietnamita, que aquí se celebra mucho porque mucha gente tiene antepasados chinos y se sienten muy orgullosos de ellos, y la comunidad vietnamita también es bastante grande. Ya desde el jueves la gente empezó a prepararse, muchos fueron a la pagoda a hacer sus ofrendas. Estos días las familias se reúnen y como no lo celebran con comidas. A nosotras nos han invitado en dos casas y además nos han traído comida a casa. La gente es muy generosa.

Tuvimos otra celebración en casa el cumpleaños de Ceci una de nuestras hermanas. La comida fue exquisita, con un pollo asado que nos habían regalado el día anterior y verdura al estilo indio cocinada por nuestra hermana Hasu.

Así que como ven la rutina de las clases y de los trabajos la vamos llevando en medio de celebraciones y encuentros con la gente. Yo sigo con mis clases de khmer por supuesto, pero ahora tengo que estudiar mucho porque mi profe es muy exigente, ahora me hace dictado cada día. Hay días que no cometo muchas faltas, pero otros días el dictado es un desastre, tanto es así que el último día me mandó a casa porque no me había sabido la lección (os lo podéis imaginar). Porque este khmer aunque lo estudies a los 10 minutos ya no recuerdas ni una sola de las benditas consonantes que suenan todas igual. Pero bueno con paciencia y buen humor, no me desanimo, además las hermanas dicen que en tres meses he aprendido bastante. Ese bastante son como 20 palabras y  seis o siete expresiones.

En las tardes sigo con mi reto de dar clases de inglés a nuestras chicas del internado, preparo juegos, y me las ingenio no sé como para que me entiendan en clase, a veces la mímica es mi mejor arma para comunicarme.

Bueno y no tengo mucho más que contar, que os recuerdo mucho y a todos os tengo presentes en mi oración. Un fuerte abrazo y hasta la próxima. Os mandaría más fotos pero es que el internet está lentísimo. A ver a la próxima.

 

 

 

jueves, 2 de enero de 2014

FELIZ AÑO NUEVO - HAPPY NEW YEAR

Hola a tod@s

Espero hayan tenido una feliz fiesta de fin de año. Para mí este año ha sido bien diferente pero no por eso menos buena. El día comenzó de una manera poco habitual. Aquí normalmente cuando alguien muere hay unos hombres encargados de ir a la casa del difunto y rezar, y lo hacen con altavoces así que si pasa en el barrio nos enteramos. Os cuento esto como preambulo. Resulta que el día 30 en la noche escuchamos los rezos, sentiamos que eran cerca de casa y pensamos quien sería. En la mañana al ir a misa nos dimos cuenta que podía ser una señora que Carmen y yo conocíamos. Así que después del desayuno Carmen y yo nos hacercamos a su casa y si era ella. Esta fue la primera casa que visité cuando llegué a Poipet. Era una mujer joven que vivia con su hermana, la pobre hermana había perdido a un hijo hacia poco tiempo y estaba criando a 4 nietos además de cuidar  a esta hermana muy enferma, murio con solo 36 años (debía tener cirrosis, pues parece que bebía mucho). La pobreza de esa familia es tremenda y a mi desde el principio me sobrecogio. Sobre todo porque cuando ibamos a visitarla, la pobre mujer siempre lloraba contándonos su situación. Fue bonito ver como todo el mundo que llegaba por muy pobre que fuera iba con un poquito de arroz y con un poquito de dinero. La solidaridad en medio de esta pobreza una vez más me hizo descubrir a ese Dios que se hace niño para compartir nuestra condición humana. Nosotras también colaboramos con un poco de dinero.

Volvimos a casa, era día de retiro para nosotras. Para mí fue un día lleno de acción de Gracias a Dios por tanto como me ha bendecido en el año que ha pasado. Y de poner en sus manos el dolor y el sufrimiento de nuestra gente, ante el muchas veces una se siente impotente. Y una vez sentí la llamada a compartir lo que soy y tengo pues es realmente un regal. A ser bendición para otros.
Terminamos el día de retiro con una oración muy bonita preparada por una de las hermanas.

A eso de las 7:30 nos fuimos para el campao de la Iglesia donde los jóvenes habían preparado la fiesta de noche vieja. Una señora de la parroquia había preparado la comida, cenamos todos juntos, y después hubo baile y juegos mientras esperábamos que dieran las 12. Nosotras nos fuimos un ratito a casa de la voluntaria y allí esperamos tomando un vinito y unas galletitas. También para resguardarnos un poco del frío.

 
Los jóvenes habían preparado una fogata, así que cuando llegaron las doce, nos dieron a todos un papelito apra que escribieramos lo que queríamos quemar del año viejo. Todos pusimos nuestro papel en la fogata y luego cantamos para recibir el nuevo año. Despúes vinieron las felicitaciones y los abrazos, ah se me olvidaba, además habían hecho un muñeco con ropas viejas, que simboliza al año viejo y también lo quemaron (me llamó mucho la atención porque esta costumbre se tiene también en Colombia). Y por supuesto hubo cohetes y petardos. Así como música. Además volvimos a comer una sopita caliente que estaba buenísima (se llama bobo). Nosotras estuvimos con ellos hasta la 1:30, pero ellos quedaron allí hasta la mañana. Fue bonito recibir así el año nuevo. Y yo les tuve a todos muy presentes.